sábado, 18 de mayo de 2013

Injertando Garroferas: de espaldas al "progreso".

Esta mañana, de espaldas al "progreso", hemos injertado unas garroferas (Ceratonia siliqua) que fueron plantadas hace tres años. Estos árboles, tan típicos de Chiva como el Torico, están siendo condenados al olvido y la desaparición; su baja rentabilidad y las transformaciones del secano en regadío y a otros cultivos de secano más productivos (como la viña; en concreto para Chiva el Moscatel) son los causantes de su declive. Aún así, quedamos unos pocos locos que se atreven a plantar garroferas, a sabiendas del refrán chivano que dice: " las garroferas las planta el abuelo, las cría el padre y las plega el nieto". Pues estas las plantamos abuelo, padre y nietos; todas ellas desde garrofín, por lo que son bordes y se deben injertar. Más tradicional imposible.

Pero vamos a la faena, el bancal está en las Salinas, un llano de secano al borde de la Sierra de Chiva entre el camino de Peñas Albas y el que lleva a la Fuente Umbría. La parcela tiene almendros (Prunus dulcis), "almendroleros" en chivano, con 45 años de edad; 6 garroferas con más de medio siglo y casi 50 garroferas "pollanicas" (garroferas jóvenes de porte pequeño) de 2 y 3 años, estas últimas bordes. Las varas con los brotes para injertar son de un ejemplar famoso por su producción y calidad de la zona de Viñas de Planta.

Hemos hecho dos tipos de injerto, a "escuet" (escudete) y plancha, dependiendo del grosor del tronco y ramas de las garrofericas. Pero antes de nada, primero y principal, disponer de navaja afilada y DESINFECTADA, ya que al injertar estamos produciendo una herida en la planta por la que podemos transmitirle diferentes enfermedades de injertos anteriores; esto no quiere decir que tengamos que estar lavando la navaja después de cada corte (que sería lo recomendable según la bibliografía); también es aconsejable tener cintas de plástico especiales para injerto, pero para andar por casa con bolsas de la compra, o similares,  bien recortadas es suficiente. Ahora ya empezamos con la faena, estos son los pasos para el injerto en escuet:

1.   Separar el escuet de la vara con cuidado de no dañar el ojo, este se encuentra en la axila de cada hoja, entre la rama y el peciolo. Para ello hacemos tres incisiones en torno a la yema con forma de escudo medieval y separamos con cuidado la corteza de la madera Aquí un paréntesis, las hojas de las garroferas no son esas "hojas pequeñas" que vemos a los lados de una ramita, las hojas de esta especie son compuestas paripinnadas, y esas pequeñas hojas son los foliolos, que siempre en número par y opuestos de dos en dos, forman la hoja verdadera. ¿Cómo diferenciarlos? Pues seguimos el tallo desde donde están los foliolos hasta encontrarnos con la rama a la que se une, justo entre esa rama y el tallo que hemos seguido se encuentra la yema u ojo; de aquí es de donde brotará el injerto que hemos hecho.
"Impelte" en "escuet"

2.   Hacer un corte en forma de T en el tronco de la garrofera, cerca de donde nacen las ramas principales o en estas, siempre entre nudo y nudo, de forma que dejemos espacio suficiente para abrir la corteza con facilidad.

3.  Introducimos el "impelte" (empelte o escudete)  en la ranura que hemos abierto en la planta, de forma que la corteza de esta abrace la corteza que injertamos y la piel interna del escudete toque completamente la madera de la planta.

Colocación del "escuet" en la garrofera
4.   Envolvemos con el plástico asegurándonos de apretar bien el "impelte" para que se quede fijo. El atado es fundamental en el injerto, si conseguimos que el escudete se adhiera perfectamente a la planta tendremos muchas más garantías de éxito, debemos tener cuidado de dejar la yema u ojo sin cubrir por el plástico, de lo contrario no brotará.

Fijación del "impelte"

Injerto en chapa:

1.   Cortamos una banda de corteza que de la vuelta a toda la vara y contenga por lo menos un par de yemas. Este tipo de injerto solo lo debemos hacer en ramas de 5 centímetros o mas de diámetro.
Sección completa de corteza para "impelte" en plancha

2.   Hacemos tres incisiones con forma de I en la corteza de la rama de la planta en la que injertamos, con el mismo cuidado y características que en el injerto en escudete.
Incisión en la corteza a medida de la plancha
Corte preparado para colocar la plancha

3.   Colocamos con cuidado la tira de corteza de forma que quede abrazada por la corteza de la planta, asegurándonos de que haya un contacto total entre las dos piezas.
Plancha abrazada por la corteza de la garrofera

4.   Atamos con el plástico de forma que todo quede fijo y aislado, al igual que en el escudete la yema debe quedar al aire.

Atado de la plancha, vista de las dos yemas

Para ambos tipos de injerto volveremos al mes o mes y medio a retirar el plástico de cada "impelte". Si hemos hecho todo bien y la naturaleza no nos lleva la contraria, tendremos una nueva rama, que guiándola poco a poco se convertirá en una garrofera con todas las cualidades de la garrofera de la que sacamos las yemas.

Esta mañana ha sido provechosa no solo en la faena del campo, también ha servido para pajarear mientras se injertaba; se han dejado ver y oír varias especies como: Golondrina común (Hirundo rustica), Golondrina dáurica (Cecropis daurica), Abejaruco (Merops apiaster), varios carboneros comunes (Parus major), Cogujada común (Galerida cristata), un par de oropéndolas (Oriolus oriolus), Verdecillo (Serinus serinus), Tórtola europea (Streptopelia turtur) y Alcaudón común (Lanius senator).

Para más información os dejo unas descargas nuevas y el link del Proyecto de las Garroferas de la Plataforma de la Sierra de Chiva.




Un saludo y mucho monte. 

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